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jueves, 29 de julio de 2010

La Libertad



Por: Laura Martínez Domínguez

El encabezado del diario local de la ciudad que podría ser cualquiera y sin embargo es donde vive una mujer con más preguntas que respuestas, dice en letras grandes y negras “La Libertad en suma, no es, ni puede ser física: es sólo una cuestión moral.”

La araña atrapada en el reloj lo mira desconsolada, no hay escapatoria posible, una mañana se despertó atrapada en un reloj que marca la hora que le viene en gana y ahora un periódico amarillista le dice que no es física sino moral ¿Alguien sabe a que diantres se refiere? Nadie contesta.

Del otro lado de la casa, la mujer juega con el gato, ajena por completo al desconsuelo de la araña, atrapó al gato con Aristóteles entre las patas, las cuales por cierto, estaban mas pegajosas que de costumbre, la mujer no quiso averiguar, lo detuvo cuando el gato comía con toda libertad la felicidad que Aristóteles peleaba como si en esa palabra estuviese resumida toda su vida, como si la ligara en cualquier forma a la operación de la razón… la mujer deja al gato aunque Aristóteles la vea con ojos suplicantes… decide salir, es domingo y no tiene nada que hacer, es libre de salir o de permanecer en su sitio si así lo desea… la araña la mira con la envidia de quien posee solo un reducido espacio para deambular desenfrenadamente.

Al salir, llega San Agustín distinguiendo entre el libre albedrío como la posibilidad de elección y Libertad propiamente dicha como la realización del bien vistas a la beatitud, la araña le pide que no exagere, que en realidad ella no quiere ser beata, ni siquiera cree que exista un cielo para arañas, en realidad lo único que importa es abandonar el reloj y no seguir arrojada en él. San Agustín sale desconsolado, al parecer nadie esta interesado en ser beato, ni siquiera los que desean ser libres.

La mujer regresa y detrás de ella vienen Spinoza, Leibniz y Hegel, aunque éste último por sus propias razones, sosteniendo que la libertad consiste fundamentalmente en seguir la propia naturaleza en tanto que ésta naturaleza se halla en relación estrecha con toda la realidad; el gato al oír a la mujer sale a su encuentro esperando que la razón de su salida haya sido algo para desayunar… el gato se desilusiona al ver que no es así… Santo Tomas de Aquino le dice: Libertad de acción” ¿Quién puede pensar en las acciones y mucho menos en las libertades cuando tiene hambre? Por lo menos el gato no; además quisiera que la mujer fuese libremente responsable y se diera cuenta que si se sale de la casa es para traer suministros, no para deambular sin rumbo fijo.

Hobbes, Locke y Voltaire salen del rincón donde a veces se agazapan con su tendencia a destacar el elemento de lo quiero en el ser libre… Kant aparece con el diario en la mano, diciendo que la libertad va más de la simple satisfacción de las necesidades, que en realidad todo es moral, el menos en lo que a la libertad se refiere… la araña salta de gusto, por fin entiende la frase del diario, aunque sigue sin consolarla le da la esperanza de poder ser libre dentro de un reloj, el cual por cierto, acaba de despertar con cuarenta y dos minutos de retrazo exactamente… pidiendo que no le hablen de libertad cuando está condenado a dar la hora eternamente sin más elección que retrazarse o adelantarse… Santo Tomas aparece y dice: Libertad de Acción… el reloj lo ignora.

La mujer por fin cae en la cuenta de lo que pasa, su casa esta en medio de una discusión milenaria acerca de lo que es la libertad, y ella no esta muy segura de querer averiguarlo, el libro rosado le dijo que el concepto era mas complejo de lo que pensamos, también sabe que la libertad es un estadio propio… decide poner fin a la discusión porque sino dentro de poco tocarán a su puerta John Stuart Mill, Maine de Biran y Lachelier, Jules Lequier, Renouvier, Kierkegaard, Rosmini y hasta Marx si no deja de abrir la puerta.

Por lo que en un intento o ensayo de libertad, toma sus cosas y decide salir a cumplir con una cita que hizo con antelación con el personaje salido de los sueños… nadie se atreve a detenerla; aunque el gato espera que al regresar rasque su estómago.


Este sábado 31 de Julio de 2010 en punto de las 6:00 pm tienes una cita para disfrutar de una tarde de FiloCafé en el Cairo Café ubicado en División del Norte # 504-c, el tema es la libertad, no faltes.