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miércoles, 27 de octubre de 2010

El buen gusto

Al considerar algunas afirmaciones de Hanna Arendt sobre el comportamiento de “buen gusto” en las figuras políticas, surge la pregunta ¿qué es le buen gusto? la reflexión del filocafé del 23 de octubre del presente sobre este tema se presenta a continuación:

El gusto
Este sentido humano presenta una dualidad; se puede entender por gusto el sentido biológico que radica en el paladar, también se integra las preferencias que son gratas a cada individuo. Aunque el gusto es un sentido natural, se debe educar, desarrollar y perfeccionar; aunque no hay gusto de grupo, ya que cada individuo lo desarrolla personalmente este, tiene connotaciones culturales.

El gusto es la capacidad de saborear por lo tanto de saber, el placer se presenta en este sentido de forma física al degustar y estética al apreciar.

Degustar
Es una capacidad importante del sentido del gusto, y aún más del buen gusto. Saber degustar implica percibir los pequeños detalles que integran determinado un todo, apreciar estos detalles permite educar el sentido del gusto, la oportunidad de gustar diversas variantes de una misma categoría posibilita emitir un juicio especializado sobre dicha categoría, como lo hace un catador de vinos o un crítico. El percibir si algo es agradable es la parte primigenia de la degustación.

El degustar es un placer propio del sentido del gusto; en la cultura Indú se aprecia enormemente la degustación de alimentos con la estrategia de masticar al menos 20 veces cada bocado, a fin de extraer su jugo y sustancias. El placer que se genera al degustar incluye un análisis, comparación y variación de los detalles presentados en cada situación.

¿Qué es el buen gusto?
Podría decirse que el buen gusto es la suma de las acciones, hábitos, modales y costumbres que cubren las expectativas de determinado grupo social. Este se refleja de forma interna y externa. El aspecto interno refiere el placer que repercute para el propio individuo; el buen gusto se persive a través de los sentidos, en la música que se escucha, en un paladar refinado, un olfato fino, un ojo analítico. Una persona de buen gusto no es concluyente sino persuasivo y sutil en sus juicios emitidos.

Externamente el buen gusto se refleja en el trato con su entorno, resulta sumamente placentero el trato fino, generalmente las personas con buen gusto tienen buenas costumbres, lo que no es una constante a la inversa, inclusive existen casos en los que el buen gusto va en contra de las costumbres operantes.

El gusto es individual, el buen gusto es social, lo que permite la existencia de criterios de buen gusto universales, tales como, los derechos humanos, la justicia social y la equidad.

El buen gusto en la política.
Los parámetros de gusto invididual, se parecen a las reglas establecidas socialmente; las personas se agrupan en función de sus gustos particulares, estos grupos son el ámbito de la política. La educación del buen gusto político puede reflejarse en el perfeccionamiento de la capacidad para relacionarse, dialogar e interactuar, existen a este respecto personas negativas, positivas y sabias.

El juicio determina al gusto y se usa para evaluar costumbres, gustar de algo implica enjuiciar algo, entonces deriva la atractiva idea de un juicio político…

De todo lo anterior se surge la siguiente definición:

“El gusto es un sentido humano a través del cual cada individuo establece sus parámetros; el respeto y la integración de estos parámetros lleva a la construcción de grupos y a la concepción social de buen gusto. Los gustos grupales son el ámbito de la política.”