viernes, 13 de mayo de 2011

CISMA

LA ISLA "Y"




Por: David Hernández




En la isla-país Y se había dado una revuelta sin precedentes, unos querían que su bandera fuera roja y otros que fuera azul, tal disputa era sin precedentes ya que los Y’s siempre habían sido muy pacíficos y concordiosos, estaban siempre hombro con hombro en todos y con todos, sin embargo un simple color de bandera vino a cambiar todo, para ellos no era un “simple” color que querían plasmado en su símbolo nacional. Por ello, la población estaba dividida en dos, a quienes se les llamaron “los rojos” y “los azules” dependiendo del color que querían en su bandera. Unos argumentaban que debía ser roja por la sangre derramada por los héroes nacionales en épicas batallas coterráneas, mientras que los otros pedían el azul como símbolo de paz y prosperidad que reinaba en tal país. Poco a poco la tensión fue aumentando.


Las batallas –afortunadamente- no eran en un sangriento campo, (aunque poco faltaba) sino en el Palacio Nacional, donde todos los líderes regionales daban su punto de vista, sin llegar a un acuerdo, llevaron a un experto en discrepancias gubernamentales como esas. Llegó el Señor T., líder de opinión internacional y director de la “Secretaría de peleas nacionales por los colores de símbolos patrios”. Estas fueron las palabras con las que comenzó su primer discurso:


“Ciudadanos y ciudadanas de Y, he investigado y leído acerca de su problema nacional, y les he de decir que las palabras han llegado hasta mí con mucha tensión. Es por eso que les prometo que cumpliré con la tarea a la que fui encomendado en esta visita a su bella Y, es decir, me comprometo a resolver este cisma que se ha dado…”


“¡¿Cisma?!” se preguntaron todos los Y’s, era una pregunta válida, nunca habían escuchado tal palabra; “Sabes lo que significa cisma”; “¿Qué es cisma?”; “¿Eso fue un insulto o un elogio?” cosas que la gente se preguntaban al escuchar el discurso. La algarabía que se había dado por la visita del Señor T. había cesado ante tales preguntas. CISMA rondaba las mentes de todos los Y’s, sin saber ligar esa palabra con algo cotidiano.


A partir de ello las discusiones en el Palacio Nacional cambiaron un poco, seguían dando las discusiones acerca de los colores de la bandera, se preguntaban entre ellos acerca del significado de cisma. El presidente, el Señor R. mandó a un mensajero al país más cercano –el país Q- a que preguntara por el significado de cisma, pues en ningún diccionario de la isla lo habían encontrado.



No debía volver hasta encontrar tal significado, tarea que podría alargarse hasta por meses. Por su parte, el Señor T. se había embarcado hacia México en el instante mismo en que había acabado el discurso, así que tampoco se le podía preguntar qué había querido decir con tal palabreja nueva.

Las discusiones entre el Señor T. y el mensajero duraron tanto, que los Y’s habían olvidado su discusión acerca de los colores de la bandera y ahora el interés nacional era la palabra cisma. Los Y’s habían vuelto a su paz natural, a esa armonía que siempre había reinado en Y desde su independencia.


Meses después volvió el Señor T., fue entonces cuando los Y’s recordaron los problemas que habían tenido meses atrás, las revueltas retornaron así como las discusiones por los colores patrios.


El Señor T. estaba muy asustado, de hecho no había querido salir del hotel desde su llegada. El hecho de ver que las revueltas habían vuelto en los momentos en que él había regresado le tenían realmente temeroso de salir ya no del hotel, sino del mismo cuarto. Incluso el Señor R. –el presidente- había ido con él para que saliera a dar un discurso a la plaza nacional, pero el señor T. siquiera le dejó que le explicara el problema, es decir, el significado de cisma, así que se quedó en su cuarto de hotel temeroso a que algo más grande pasara. No había podido ir a tomar el barco para salir de aquella isla a la que tanto miedo le daba en esos momentos. Hasta que una noche se había armado de valor para salir a escondidas a tomar su barco. Así que empacó todas sus cosas, le habló al presidente pidiéndole unos cuantos policías, el Señor T. asegurando que había decidido salir, sin revelar sus intenciones de huida, por lo que el presidente no entendió muy bien. Al filo de la media noche el Señor T. salió resguardado por varios elementos policíacos, quienes lo condujeron por las solitarias calles de la capital de Y, pero gigante fue su sorpresa al escuchar un murmullo –pues iba dentro de la patrulla- de una turba enardecida, efectivamente, al dar unas vueltas por las calles del centro histórico se toparon con toda la población posible en la Plaza Nacional, hecho que le hizo abrir sus ojos como nunca en su vida. La gente lo recibió con gran estruendo, más no sabía diferenciar entre abucheos y vítores, su mente estaba trastornada por tanta gente. No le quedaba más que bajar de la patrulla y cooperar. Mientras caminaba entre la multitud, la misma le iba abriendo el camino por donde era encaminado, a unos metros delante de él alcanzó a ver un entarimado, alto, de madera, “arriba ha de estar la horca o al guillotina” pensó el Señor T. quien había caído en un estado pasivo ante la multitud.


Pero qué sorpresa se llevó al subir al entarimado, encontrarse sólo ante un micrófono, solitario como el mismo Señor T. y aun mayor la sorpresa cuando al acercarse al micrófono la multitud calló. No sabía qué decir, qué gestos hacer, qué chiste contar, así transcurrieron unos segundos cuando un señor en un traje negro se le acercó, y casi murmurando le dijo:

-Explíquenos Señor T.


-Explicar ¿qué?


-Qué significa cisma


En ese instante el rostro del señor T. se llenó de luz y alegría, pero sin dejar su sorpresa ante el tumulto originado por su persona, así que de su boca, lentamente, sólo salieron estas palabras:

-Cisma significa división, pelea o desacuerdo entre una misma sociedad…


Al terminar de decirlo la multitud se volcó para con el Señor T., lo bajaron de la tarima y lo llevaron en alto hasta Palacio Nacional, donde llegó a visitar al presidente además de su respectiva foto oficial, el Señor T. no pudo esconder su rostro aun lleno de sorpresa.
Fue como los Y’s optaron por una decisión más equitativa. Hoy podemos ver la bandera bicolor de Y, roja y azul.