Lo bello es el comienzo de todo lo terrible que aún podemos soportar.
Edeni Rodríguez Rguez
Crónica de Filocafé
18 de junio 2011
El Cairo café
Los valores universales en los que las personas basan su búsqueda de lo mejor son lo bueno, lo bello y lo verdadero. Nos enfocamos grandemente en saber qué es lo bueno y con especial interés en lo verdadero, sin embargo la búsqueda de lo bello ha sido particularmente polarizada, si pensamos que la ética y la moral se mueve en entre el bien y el mal, generalmente lo bello tiene ya un tinte preconcebido al mal. Para trasladarlo a una relación más cotidiana, la ciencia se enfoca en la búsqueda de lo verdadero, la religión busca lo bueno y el arte busca lo bello.
Sin embargo lo bello no es algo deba analizarse racionalmente, la búsqueda de una Bella vida es una búsqueda sensitiva, lo bello puede percibirse y encontrarse en el ser a través de la experiencia estética percibida en el vínculo con el cuerpo, parte de la realidad pero implica la interacción sensible de la esencia humana.
Que es la esencia humana, podríamos decir que es ese vínculo sensible que se da entre la conciencia, la razón, el espíritu y el cuerpo de un ser; lo bello se dirige y enfoca y busca impactar a la esencia humana. Sin embargo esta esencia no implica solo lo excelso y bueno que existe en los seres humanos, existe también un universo obscuro que impregna al hombre, el arte refleja o recrea en sus creaciones también esta parte del oculta del ser, lo bello de este tipo de expresiones artísticas radica en la estética de su presentación que contrasta con lo grotesco y vulgar que pudiere mostrarse como es el caso de Francisco Goya.
Esta constante contradicción entre lo luminoso y lo oscuro, lo excelso y lo grotesco marca la línea del camino de los opuestos, en todos los valores de búsqueda es algo que definitivamente de debe superar para ir más allá de la conciencia moral, una sobre moral, en los principios orientales superar esta contradicción implica encontrar El Nirvana.