jueves, 25 de febrero de 2010
La familia del siglo XXI
Por: Laura Martínez Domínguez
Dicen que la familia siempre está ahí como alternativa ante un mundo lleno de competencia, de ritmos acelerados, de individualismo, de riesgos, de ruptura, de miseria humana. Dicen también que es el asidero de la soledad, los miedos y la incertidumbre, no hay mejores personas que los miembros de tu familia para hundirte dado que son los que mejor conocen tus secretos.
Sin embargo, todos apreciamos el nicho del que provenimos, valoramos lo que alguien osó en llamar familia; incluso con un divorcio detrás que deshizo la estructura siempre parecemos inclinados a iniciar una nueva familia.
Y aquí surge mi pregunta ¿es necesario pertenecer a una? ¿O es solo la costumbre arraigada de que se vive mejor dentro de una familia? Mi duda surge porque conozco a más de dos personas que podrían afirmar que sus peores traumas fueron causados por algún miembro de la familia, sin contar que otras tantas asegurarían que el divorcio fue lo mejor que le pudo haber pasado a su pequeño núcleo familiar.
Pero la tendencia está ahí, esperando a que tú, una pareja joven sueñes con formar una familia, tener hijos, y envejecer al lado de la persona que amas mientras tus nietos destrozan lo que quedó de tu casa. La familia…